Tres elementos son esenciales para la salud oral: una rutina de higiene, alimentación saludable y controles periódicos. Los dientes de leche son importantes para el crecimiento del niño.

BEBÉS

La limpieza debe comenzar antes de que broten los primeros dientes. Si solo toma leche materna, no hay inconvenientes, pero las fórmulas sueles contener ciertos carbohidratos que dejan residuos en la boca. Para eliminarlos hay que utilizar una gasa, pasta sin flúor y masajear las encías.

CARIES

Introducir azúcares antes de los 2 años y en exceso es un error. El azúcar cambia el pH de la saliva, la vuelve más ácida y facilita la proliferación de bacterias que desmineralizan el esmalte del diente. Esta es la capa más superficial y al pasarla, la infección no se detendrá hasta llegar a la pulpa dental.

CHEQUEOS

Cada tres meses es el tiempo indicado. Es preferible acudir a consultas preventivas desde temprana edad para detectar problemas precozmente y dejar a un lado el temor. En las citas se realiza una limpieza general y se aplica flúor concentrado, en gel o barniz, que evitará la aparición de caries.

IMPLEMENTOS

No basta con una pasta fluorada y cepillo, según la edad. El uso de hilo dental también está recomendado. En los más pequeños se puede usar flossers, una especie de arco con cabeza curva que facilita la limpieza entre los dientes; y a medida que ganen motricidad podrán usar la seda dental por sí solos.

OTRAS ENFERMEDADES

La malposición dental puede requerir tratamientos de ortopedia y ortodoncia de forma temprana, que ayuden a ganar espacio o para que los maxilares crezcan sin inconvenientes. También suelen aparecer lesiones orales, llagas en encías, lengua o paladar ocasionadas por hongos o virus.

No hay que esperar que los dientes de los pequeños crezcan por completo para pensar en una rutina de limpieza. El cuidad debe empezar mucho antes, incluso cuando aún no han aparecido, con sutiles masajes en las encías para su aseo, estimulación y para crear un hábito saludable.

Los primeros dientes surgen a los seis meses. Desde entonces es necesario contar con un cepillo de cerdad para bebé y pasta dental con flúor.

La odontopediatra Glenda Arias, gerente médica del centro de odontología infantil Parque Dental, aclara que las indicadas son aquellas etiquetadas para niños de seis años en adelante. Pero no hay que fijarse en la edad sino en que contengan 1100 ppm - partes por millón - de flúor para proteger el esmalte dental desde temprano.

“La dosificación es importante: medio granito de arroz para menores de 1 año y medio, un granito de arroz para mayores de 1 año y medio, y un granito de arveja pasados los 3 años”. El cepillado debe hacerse dos veces al día.

Así se crea un escudo para los dientes de leche, que cumplen importantes funciones: masticación, deglución, fonación y habla.

Si están en malas condiciones, sin duda afectarán el sano crecimiento del niño.

Por eso hay que evitar las caries y una forma de hacerlo es vigilar la alimentación de los menores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no introducir antes de los dos años productos con sacarosa o azúcar de mesa, ingrediente de base en alimentos procesados.

La otra clave está en los chequeos periódicos que, al menos, deberían empezar desde que erupciona el primer diente. Al acudir de manera temprana no solo se librará al niño de tratamientos más complejos, que incluso demandarán anestesia; también perderá el miedo a la silla del odontopediatra.

En Parque Dental tienen espacios lúdicos que diluyen el temor. Hay muñecos con grandes dientes para enseñar a padres e hijos hábitos saludables y tabletas para entretener a los pequeños pacientes durante la visita.

La odontopediatra Romina Spagnoli aconseja practicar en casa una rutina simple: tener una hora específica para el cepillado, poner canciones entretenidas, enseñar frente al espejo… “Al principio puede ser difícil, pero se necesita constancia - dice -. Es mejor prevenir que curar”.

Fuente: Diario El Comercio, sábado 23 de abril de 2022