La siguiente nota ha sido tomada del Diario La Hora (www.lahora.com.ec) publicación del 19 de junio en base a entrevista realizada a la Dra. Glenda Arias - Parque Dental.
La prevención es la mejor inversión.
A las caries se las combate antes de que entren en acción.
Los padres de familia son llamados a vigilar por la salud dental de los niños, prácticamente desde que nace, con procesos de higiene y prevención para conseguir que se desarrollen adecuadamente y con una buena dentadura.
Dra. Glenda Arias, odontopediatra, indica que la visita inicial del niño al especialista debe ser cuando salen los primeros dientes, los incisivos, con el fin de guiar a los papás en la manera de limpiar y como alimentarlos para que crezcan sanos y, sobre todo, desarrollen una dentadura sin caries ni otras enfermedades.
Esta primera cita es netamente preventiva, donde se orientan a los papás en procesos de higiene bucal.
Sin embargo, la experta añade que según estudios médicos, la limpieza bucal debe comenzar desde los primeros días de nacido, antes de ir a la primera cita con el médico. Con una gasa se asean las encías, porque sean ha encontrado en varios casos la existencia de la bacterias causantes de las caries.
Control en la infancia
Dra. Arias pone énfasis en la prevención. Las visitas periódicas al especialista, cada tres meses, ayudara a evitar enfermedades y lesiones que a la larga resultan más barato que un tratamiento dental.
En la infancia el cuidado de la salud bucal está a cargo de los padres, porque ellos deben realizar la limpieza dental por lo menos hasta los 7 años de edad, época en la que los niños alcanzan una motricidad fina totalmente desarrollada, lo cual permitirá que a ellos mismos se cepillen.
Cuando no hay estos cuidados se presentan casos muy tempranos o prematuros de caries en los incisivos superiores, inflamación de encías, abscesos, infección en las muelas, mal aliento.
En estos procesos el niño puede tragar el pus de las infecciones y, así, las baterías pueden alojarse en el corazón y producir una endocarditis bacteriana: también puede alterar el crecimiento, el peso y el desarrollo, porque el pequeño dejará de comer por el dolor; y a muchos menores les altera el habla o la fonación, es decir una inadecuada pronunciación de las palabras.
El equipo de limpieza
El cepillado, el hilo dental y el enjuague bucal son el complemento de la higiene bucal, asegura la experta.
El cepillado, sino se puede hacer las tres veces al día, se recomienda dos: después de desayuno y después de la cena con pasta dental que tenga concentración de 1.100 partes por millón de flúor, que favorece el endurecimiento y el fortalecimiento del esmalte dentario. Destaca que la ingesta de la pasta dental no provoca daños al infante.
El uso de hilo dental es importante, pues ayuda a eliminar la comida que queda entre los dientes, en los espacios a donde el cepillo dental no llega. La periodicidad en el uso de este producto de ser recomendado por el especialista de acuerdo con la unión o separación de los dientes las muelas de los niños.
Y finalmente, el enjuague bucal. Se aconseja su uso a partir de los 3 años, porque a esta edad el niño ya puede escupir, con lo que se asegura que no se vaya a tragar en su totalidad.
Hay estudios médicos – científicos que indican que los chicos que ha sido alimentados exclusivamente con leche materna tienen cierta protección de carie dental, pero hay que recalcar que la protección va acompañada de la prevención. (CM)
La caries
- Según la odontopediatra Glenda Arias, la caries es una enfermedad que se manifiesta como multifactorial, es decir que depende de varios factores, entre ellos el consumo exagerado de carbohidratos o azúcares.
El trastorno común, que le sigue en frecuencia al resfriado. Suele aparecer en los niños y en los adultos jóvenes, pero afecta a cualquier persona. Es la causa común de la perdida de los dientes en las personas más jóvenes.
Las bacterias se encuentras normalmente en la boca y son las que convierten los alimentos, especialmente los azucares y almidones, en ácidos.
Las bacterias, el ácido, los pedazos de comida y la saliva se combinan en la boca para formar una sustancia pegajosa llamada placa, la cual se pega a los dientes que después se convierten en sarro, irritan las encías, dañan el esmalte de los dientes y lo que viene es la caries.
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